martes, 6 de agosto de 2013

Los últimos de "Filipinas"


Perdonen ustedes pero de vez en cuando uno no puede evitar ponerse algo nostálgico y recordar batallitas o momentos de esos que ya nunca volverán. Hace muchos años cuando llegaba el verano y las vacaciones uno de los rituales era preparar un buen puñado de casetes y llevárselos consigo al maravilloso lugar donde uno veraneaba, a ser posible la mayor cantidad que cupiera en la maleta por supuesto casetes originales y un buen  puñado de grabados eran el manjar diario en los días de estío. Ahora se cumplen cincuenta años de la aparición de este hoy anacrónico formato, y que este mismo año han dejado de fabricarse las pletinas de casete, es difícil no sentirse un poco sentimental y pensar que  quienes crecimos en los ochenta creo le sacamos todo el partido posible al viejo formato. Inolvidables aquellos días de playa con el "loro" a todo volumen en  Castelldefels o Sitges a veces a no mucha distancia de otros héroes de aquellos días como "Los Chichos" o "Los Chunguitos".

 
Bien con el paso de los años muchas casetes han ido cayendo por el camino, tenía y tiene este formato el inconveniente de que las cintas les gustaba enrollarse en los cabezales y en ocasiones no había más remedio que amputar un trozo y remendar con celo la situación cosa que daban lugar a extraños saltos en alguna canción, y cuando la cosa sonaba rara de cojones había que tomar mano de un destornillador pequeño y ajustar el cabezal para que el sonido dejase de sonar distorsionado  o apagado, eso cuando no había que coger un palillo de las orejas y convenientemente mojado en alcohol proceder a limpiar el cabezal metálico de óxido, pero para que negarlo todas estas operaciones tenían cierto encanto, a ver quién es capaz de reparar algo hoy inundados en tecnología de ceros y unos. A día de hoy apenas le quedan a uno una treintena de cintas originales, pero todavía sobrevive la primera cinta que me compre aquella de "Música del oeste" con más de treinta años a sus espaldas, claro que no hay que olvidar que es "made in Hospitalet", descansen en paz todas aquellas que se fueron quedando por el camino: Diabolicca, Live magic, Rock & Ríos, Metal heart y compañía. Amén de un buen puñado de cintas todavía precintadas y unos cientos  grabadas y con un futuro incierto en estos tiempos tan modernos, pero me sigue costando tanto desprenderme de esas antiguallas que supongo terminaran en cierto desván cogiendo polvo, hasta dentro de muchos años.
 
Quien no aprendió a bailar el twist de los Travelling Wilburys con esas instrucciones que portaba el casete y quien no leyó mil y una veces las letras del Born in the USA.

Y si no siempre nos quedará este vídeo "It´s a different dance" como decía Bob Dylan.

 
 
 

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