jueves, 12 de diciembre de 2013

La prueba del crimen (2006)

Hace unos días fallecía Paul Walker, y aunque nunca me gustaron las cintas "The fast and the furious", con la primera me basto, era un actor que me caía bien, un guaperas que en ocasiones se esforzaba en actuar, guardo un grato recuerdo de "La prueba del crimen" una cinta de esas modernas con un estilo parecido por momentos al empleado en sus películas por el ex marido de Madonna, Guy Richie, es tiempo de rendir un pequeño homenaje a Paul. 


Sinopsis:
Durante diez años Joey Gazelle ha compaginado con éxito dos vidas que entran en conflicto como adorable hombre de familia y empleado de poca monta de la banda italiana de los Perello en Grimley, Nueva Jersey. Sin embargo, cuando Joey ignora las instrucciones explícitas de la banda que le ordenan deshacerse de un arma utilizada en el asesinato a tiros de un policía corrupto durante una venta de drogas frustrada, coloca a su familia, si querer, en una situación de peligro inmediato. Joey oculta la prueba incriminatoria en su sótano para utilizarla en el futuro como garantía contra sus jefes, pero el mejor amigo de su hijo, Oleg, la descubre y huye con el arma. Inconsciente de que la desaparición del arma puede amenazar la vida de Joey y la suya misma, Oleg la utiliza para herir a su padrastro maltratador, Anzor, la oveja negra adicta a las drogas de la mafia rusa de los Yugorsky, y luego se escabulle en la noche. Mientras busca, en vano, un refugio seguro, Oleg se encuentra y evita a una banda nocturna de delincuentes mientras le persiguen los implacables hombres de los Perello, los Yugorsky y el detective Rydell, un detective corrupto que está ansioso por aprovecharse de los desastrosos efectos potenciales que podría causar el arma perdida en la todavía débil alianza entre los clanes rivales Perello y Yugorsky. Mientras tanto, Joey, también implicado en la búsqueda de Oleg y ayudado tanto por su mujer Teresa como por su hijo, se ha embargado en una búsqueda nocturna desesperada, no solo para localizar a Oleg y al arma sino también para salvar su propia vida y su credibilidad en las calles manteniéndoles el secreto de la desaparición del arma a ambas familias de mafiosos.
Opinión:
Una agradable sorpresa esta cinta, que por cierto ha sido vilipendiada por gran parte de la critica y sus resultados en la taquilla han sido más bien flojos.
Lo primero señalar para quien no la haya visto que es muy violenta y que el lenguaje empleado esta lleno de expresiones tipo "joder", "puta", pero estamos hablando de un thriller sobre la mafia y polis corruptos y precisamente ese es el lenguaje que estos deben emplear, no creo que vayan a recitar a Shakespeare precisamente.  Paul Walker  desempeña un papel que se le ajustaría como anillo al dedo a Bruce Willis, pero en esta ocasión cumple, decir que es un guaperas en sentido negativo no me parece suficiente argumento.
En la película si algo no falta es acción trepidante, situaciones limite, casualidades y algo que me parece no muchos han apreciado, dentro de la propia historia se viene a contar una especie de cuento o fábula sobre niños y gente perversa que los rodea, fantástico el segmento de los pedófilos, por el contraste que se establece entre las actitudes de estos y un escenario el de su casa que parece sacado de un cuento de hadas, lleno de colorines y en apariencia inocente nada más lejos de la realidad.
El señor Wayne Kramer sin duda rinde homenaje al cine del maestro Peckinpah, mediante la cámara lenta y escenas de violencia desgarradora con cuerpos destrozados por el impacto de las balas, y lo hace mediante unos estallidos de violencia seca que te dejan pegado a la butaca. Pero no solo esto si que existe toda una galería de personajes atractivos, de moral ambigua, hay esta ese personaje "freaky" el ruso "Anzor", el padre del niño Oleg, obsesionado con John Wayne (el duque), probablemente desde su niñez y acentuado esto debido a las drogas que toma, que incluso le suelta un discurso muy en la línea Tarantino al pobre niño explicándole como entro en su vida John Wayne, hay es nada. Un Chaz Palminteri bastante envejecido que dibuja perfectamente su papel de poli corrupto interesado en buscarse una jubilación en algún lugar paradisíaco. Y que deja para la posteridad una estupenda frase: "Tengo a la mayor mafia del mundo, soy la ley..."
 Cameron Bright (Oleg) una vez más haciendo un papel de niño un tanto raro, en este caso de crio ruso maltratado e incomprendido, como demuestra la escena en la que hablan de música en el coche. Esa prostituta de buen corazón que ayuda a Oleg, ese chulo de putas de impoluto traje blanco. O esa esposa del héroe que horrorizada por lo que descubre en un armario, se torna en una justiciera. Son todos ellos personajes que se integran en la narración, que se cruzan en una sola noche en un guión que apenas da tregua, el arma es solamente el McGuffin que empele al protagonista a ir de un lugar a otro.

Quizás el final sea la parte más floja, tras el atroz tiroteo en la pista de hielo, el encuentro en la cafetería, viene ese momento edulcorado ese "happy end", un tanto forzado, pero se le perdona porque a todos nos gustan los finales felices y en Estados Unidos, nos gusta imaginar hay un programa estupendo de protección de testigos, y personas en peligro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario