No feeling (II) Chill Pill

Recuperamos hoy una vieja sección, esa de los discos que transmiten más bien nada y hoy le toca el turno al rubiales de Kory Clarke. ¿Es Chill Pill su peor disco? No, "Opium hotel" es todavía peor, y no digamos ya alguno de sus otros proyectos Doom, o modernos que son intragables,pero ninguno de esos artefactos iba bajo la enseña Warrior Soul y si tomamos como referencia la banda entonces no hay duda Chill Pill es un cagarro. De hecho me lo compré hace muy poco al verlo de oferta en una tienda de segunda mano de BCN, y bueno es bonito completar discografías. pero también hay que reconocer que los fans que decían que era malo tenían toda la razón. Corre la leyenda de que la banda o sea Kory estaba enfadado con Geffen y por lo que él consideraba poco apoyo y promoción, como había un contrato de por medio y estaba obligado a un cuarto disco, pues le dió por ir un paso más allá y experimentar un poco en las canciones. Sea verdad o sólo una leyenda lo cierto es que en muchas de las canciones se le fue la mano. El álbum abre con "Mars" y su extraña introducción y efectos de sonido un riff asesino abre fuego para luego irnos a un tema de dejes psicodélicos, pero Warrior Soul no son Monster Magnet, "Cargos of Doom" es un tema que no desentonaría en alguno de sus disco anteriores contundente aunque no logrado. "Song in your mind" es a mi entender el tema más conseguido con un aire bastante a lo Jane´s Addiction cosa que por cierto no se nota a lo largo del  disco, un medio tiempo construido entorno au notable trabajo de bajo y percusión, sobre el que se deslizaran las voces de Kory y los ocasionales guitarrazos. A continuación bien un tema en una onda más punk "Shock um down" que sin ser nada del otro mundo es practicamente lo último salvable del disco. A partir de aquí el disco se hunde estripitosamente "Let me go" suena tediosa repititiva. "Ha ha ha" sonido saturado para otro tema que puede ir directamente al cajón del olvido, rematada además por un caos instrumental de patio de colegio. "Croncrete frontier" y I want some" de nuevo son temas anodinos sin chispa ni gracia.  Con "Soft" Kory pretende emular sin éxito a Perry  Farrell resultado final más de siete minutos de algo que pretende ser épico y no llega a nada. Y se cierra el disco con "High road" y es que cuando las cosas van mal dadas, lovan y ni siquiera la presencia de Michael Monroe con la hármonica y el saxofón consiguen levantar otra canción olvidable en el peor disco de una banda que eso sí me brindaría una de las mayores alegrías de los noventa con su siguiente disco.