viernes, 16 de enero de 2015

Heridas abiertas (Gillian Flynn)

Después de ver la película  "Perdida" tenía la suficiente curiosidad como para leer algo de la escritora Gillian Flynn que escribió el libro adaptado a la gran pantalla. Así que bienvenidos al particular mundo de Gillian Flynn, que tiene una bibliografía escasa tres libros, pero que ya se ha hecho un nombre dentro de la novela negra y con razón. Así que descartando por el momento el libro que dio pie a la cinta de David Fincher, me decidí por su primera obra que en inglés lleva un título que diría más gráfico "Sharp objects" aunque la traducción española que tampoco es que sea mala jugando con un doble sentido que aquí se puede aplicar perfectamente a poco que leas la novela. ¿Y qué cuenta el libro? La sinopsis podría ser la de una de tantas novelas de la serie negra: "Han pasado seis meses desde que Camille Preaker dejó su estancia en un hospital psiquiátrico y las cosas parecen marchar de manera más o menos estable. Hasta que su jefe y amigo Curry, le pide que vuelva a su pueblo natal Wind Gap (Missouri) y haga un reportaje con respecto a la desaparición de una niña y el asesinato de otra hace sólo nueve meses. Todo apunta a que se trata de un asesino en serie, y necesitan la exclusiva para su pequeño diario de Chicago. No es sólo la presión de agradar a su jefe, sino que también el reencuentro con su fría madre y con un pueblo con el cual ella no quiere volver a tener nada que ver".
Por supuesto, existe la investigación en la novela y no es ajena a algunos digamos tópicos como esa policía local bastante incompetente, el agente especial mandado desde Kansas City (por supuesto acabará fornicando con la prota) ese típico deseo por parte de los vecinos de que el asesino sea de afuera, presuntos culpables e inocentes, algún testigo poco creíble. Pero más allá de este todo deja de ser convencional y nos podemos sumergir como pocas veces en un un thriller de ambiente enfermizo.
Sí en "Gone girl" los protagonistas tenían aristas en especial el personaje femenino, aquí sucede lo mismo, a la escritora le gustan los personajes femeninos y los desarrolla con maestría, mientras los personajes masculinos son mucho más secundarios. Que nadie espere de Camille que sea la típica "heroina" que se mete a fondo en el caso para resolverlo, a medida que avanza la novela escrita en primera persona vamos conociendo más y más sobre su personalidad y no ha dejado de sorprenderme, no es sólo esa infelicidad bastante comprensible en base a lo vivido, sino la incapacidad manifiesta para superar sus traumas, el hecho que desde los trece años se halla ido infligiendo cortes con objetos punzantes por todo el cuerpo tatuándose palabras ya nos deja claro cierta fragilidad mental que con ese  "Retorno al pasado" (que diría Jacques Tourneur) a esa América profunda del medio oeste va a ser todo menos la terapia que necesita. Porque Camille principalmente tendrá que enfrentarse no sólo a la hostilidad de una parte de los vecinos de Wind Gap, sino sobre todo a sus demonios personales una madre que nunca la quiso, a los recuerdos nunca superados de una difunta hermana, reencontrarse de nuevo con toda la gente que había conocido en su adolescencia y que creía haber dejado atrás para siempre y a un nuevo reto esa hermanastra de trece años con cara de ángel y actitud de demonio.
A lo largo de sus trescientas páginas cada vez te vas adentrando más en el sufrimiento psicológico de la protagonista, en ese drama familiar del que es imposible escapar, de ese ambiente opresivo y malsano, tanto en la mansión de suelos de marfil como en la propia ciudad provincias se puede volver cada vez más opresiva y claustrofóbica, llevando a la protagonista a una espiral de alcohol continuada, salpicada con sexo esporádico ya sea con ropa cuando se trata de la ley  o sin ella cuando se trata de un sospechoso, a mentir con descaro o incluso a una insensata noche de drogas en compañía de la hermanastra adolescente para hacer aún más confuso ese universo de sentimientos donde constantemente vive sumergida la protagonista. Personalmente me costó un poco entrar en la novela hasta la página ochenta o así pero a partir de ahí todo fue in crescendo, el único pero es quizás ese digamos "segundo final" o "giro inesperado" creo que con el "primer final" cuando todos suponemos ya tenemos "al asesino o asesina" de las niñas habría sido perfecto y la novela hubiera quedado más redonda e igual de cruda, porque si algo no falta es crudeza y sordidez a destajo.
 Sea como fuera ya estoy con su segunda novela "La llamada del Kill club".

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