viernes, 2 de octubre de 2015

Mustasch: Testosterone (2015)

Los suecos son ya todos unos veteranos, diecisiete años de carrera y nueve álbumes lo avalan y Testosterone viene a demostrar que sin ser originales son capaces de absorber influencias de todo tipo y hacerlas suyas con bastante fortuna en la mayoría de la ocasiones, aunque en alguna ocasión los préstamos no les sientan demasiado bien.
Pero a estas alturas la banda cuenta con un público fiel en su país que los ha colocado directamente en el número dos de la lista de ventas sólo por detrás de Iron Maiden y su "Book of souls".
Si hace algo menos de dos años lanzaron "Thank you for the demon" y en ese disco ya se mostraban abiertos a explorar nuevos caminos incluyendo pianos, samplers o ritmos de musica de baile como en aquel "I hate to dance" en esta ocasión han ido bastante más lejos, el líder de la banda Ralf se ha dedicado en exclusiva a las letras y la música ha corrido a cargo del guitarra David Johannesson y del productor de este disco y del anterior Rikard Löfgren.
 
El resultado, irónico, con un título como "Testosterone" uno podía prever un disco que los suecos se lanzasen a un disco de Rock que no diese tregua, nada más lejos de la realidad. Hay trallazos por supuesto pero también tiempo para temas relajados o contenidos. Al grupo le gusta sorprender y en esta apuesta que algunos verán como de un paso más hacia el "mainstream"  el álbum se inicia con una de las joyas de este disco una canción que va ganando en sucesivas escuchas y que es uno de mis dos temas favoritos del álbum "Yara´s song" tiene una producción impecable con grandes arreglos orquestales campanas, violines, piano y ese leve coro femenino y la voz de Ralph que suena mejor que nunca, una pieza de fuerza contenida que parece va a estallar y nunca lo hace.


En "Breaking the disasters" Mustasch vuelven a rockear de lo lindo con una bajo atronador que domina toda la canción con un riff poderosos y la utilización de un doble pedal apoyando el ritmo. Y tras el primer trallazo del álbum de nuevo la calma "The Rider" aquí tenemos a un Ralf que por momento se transmuta en una especie de cowboy sueco, con las primeras notas por un instante te sientes trasladado al "Blaze of glory" de Bon Jovi pero la cosa irá virando hacía un tema más épico que no del "far west" de nuevo aderezado con de campanas, armónica y una voz femenina como contrapunto a la del vocalista.  Con "Down to earth" Mustasch vuelven a poner la directa de entre los temas rápidos este es mi favorito, con un estribillo demoledor y muy pegadizo: "Wherever I am is my universe, And I don´t care about space time curve, I´ve always felt that I am out of this world, I´m anything but Down in the Earth".  El trabajo a la batería por cierto de sobresaliente, con ese traqueteo tan conseguido. Con "The Hunter" seguimos en una línea dura, un riff monolítico, distintos tonos vocales, coros otro estribillo destinado a ser coreado, sin olvidar unas sutiles gotas de piano de aire tétrico. "Dreamers" es sin duda la canción más innovadora en el álbum, un tema que comienza lento con tintes psicodélicos, y donde a pesar de unos coros celestiales más parece un viaje a una pesadilla que otra cosa, sin embargo la canción se acelera de repente y adquiere un tono más alegre tirando a rollo pop rock años 80´s (de hecho me recuerda algún viejo tema de esa época que no termino de ubicar, quizás Mike Oldfield) tema arriesgado y que tras varias escuchas uno tiene la sensación de que salen airosos.
"Be like a man" fue el primer single que empezó a sonar allá por abril, a día de hoy ya asimilado es ciertamente un tema de rock con un baño de modernidad, como decía el amigo Pupilo Dilatado un cruce entre Metallica y Muse y no seré o quien le lleve la contraria.


"Someone" es un medio tiempo, que va in crescendo ganando intensidad a medida que avanza la canción, otra buena canción. Cerrando el disco quedan dos canciones más  en una onda de rock dura "Under the radar" y "Testosterone" que cierra el disco de forma contundente. Personalmente pienso que es el mejor trabajo de los suecos en los últimos cinco años, desde el homónimo "Mustasch" con la voz de Ralf en estado de gracia a pesar de acercarse a la cincuentena y con el resto de la banda demostrando que son una garantía no sólo a la hora de tocar sino incluso componiendo, lástima que ese pedazo de batería que es Jejo Perkovic haya abandonado la banda. De aquí a finales de año les quedan 27 conciertos en su país y norte de Europa, de momento el sur no existe (al menos de momento).

2 comentarios:

  1. Siempre admiro a los artistas que no se estancan y los Mustasch son, sin duda, un ejemplo a seguir, ya ' me he hecho' con el disco aunque no lo haya escuchado y debe ser, como su anterior, variado y fresco en matices.

    Saludos

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  2. Diría que mejor que el anterior, pero ya sabes es sólo una opinión hay variedad y trallazos como "Testosterone" o "Breaking the disasters" son canela.

    Saludos

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