"For the first time in the story of Rock & Roll...The New Roses playing in Barcelona" Con esta frase pronunciada por Timmy Rough comienza la crónica de un concierto de algo más de hora y media donde los alemanes tocaron lo mejor de sus dos discos en estudio y nos obsequiaron con una nueva canción que saldrá en su tercer álbum que se publicará este verano: "One more for the road" que además será el título (poco original eso sí) de su nuevo disco, y que ya da algunas pistas de donde puede encaminarse en parte su sonido, en una onda algo más americana como ya ha reconocido en algunas entrevistas el propio cantante y compositor.
En cuanto al concierto poco que reprochar si tienes un cantante con ese "vozarrón" una banda jóven pero sólida detrás, buenas canciones y hay entrega y buen rollo por parte de los músicos (incluso no puedes reprimir la risa en alguna canción) salen conciertos como el de esta noche bastante redondos, con una buena descarga de hard rock en los que el público acaba feliz y satisfecho y la banda creo que también. Desde la inicial y enérgica "Thirsty", hasta ese versión final de "Old time Rock & roll" del entrañable Bob Seger, sonaron perlas como "It´s a long way" con la colaboración de la asistencia en el estribillo, la preciosa "Dead man´s voice", las cañeras"Ride the wind" y "Medicine man" con muaks incluidos al micro. ¿Y cómo no? Señalar que antes de los bises sonaron enlazadas las a mí juicio son las dos mejores canciones de su debut la incendiaria "Devil´s toys" con "Without a Trace". Quizás me equivoque pero su próximo concierto en Barcelona será en una sala de mayor aforo.
Excelente velada la que nos brindo el viejo "Ulrich Roth" en una sala Bóveda que prácticamente se lleno para la ocasión.
De unos años a esta parte Uli ha querido revivir viejos tiempos de gloria y desde que el Wacken del 2006 se reuniera con sus ex compañeros de Scorpions (con los que ha vuelto a tocar esporádicamente en algún que otro concierto) sus viejas composiciones han ido cobrando mayor peso en su repertorio en detrimento de su etapa con Electric Sun, o ese otro periodo más reciente donde se dedicaba a fusionar su particular estilo con la música de Vivaldi, Bach, el maestro Joaquín Rodrigo y similares.
Y si la excusa para recuperar gran parte del mítico doble disco en vivo de los teutones de 1978, fue que se iba a demoler Nakano Sun Plaza Hall la sala donde se grabó el citado álbum, casi agradecidos estamos.
Su nuevo "Tokio Tapes Revisited" es un disco muy apreciable, quedaban fuera casi todas las canciones compuestas por la dupla Schenker/Meine pero a cambio teníamos todas las composiciones del propio Uli en su etapa con la banda. Un total de diecinueve temas algunos que quedaron fuera del mítico álbum pese a ser interpretadas como "Hell cat" o "Cacth your train" y otros que por primera vez podíamos disfrutar en directo en versiones que superaban con creces a las de estudio. Hay esta sin ir más lejos ese "The sails of Charon" que en directo se va a los diez minutos con aires hipnóticos y florituras de corte arábigo que mejoran infinitamente la original.
El único "pero" es que claro a la voz no está el gran Klaus Meine, y que Uli tampoco es que sea un portento como cantante siendo sinceros. En Barcelona estuvo a las tareas vocales mayoritariamente el italiano Piero Laporale un tipo simpático que si no me equivoco milita en varias bandas tributo de los setenta, un tipo con una voz aceptable aunque muy aguda para mi gusto, hubiese preferido a Nathan James pero este se fue con su banda "Inglorious".
En un escenario demasiado pequeño para seis músicos, Uli con su larga melena blanca agitada convenientemente por un ventilador, su eterno bigote y ese aura entre mística y hippie de otros tiempos dio todo un recital de clase a las seis cuerdas y en ocasiones a las siete con su particular guitarra de doble mástil con la que nos introdujo en "Rainbow dream prelude" para atacar luego con lo que fue su primera aportación a Scorpions "Fly to the Rainbow". Un total de doce de temas de su "Tokio Tapes Revisited" con el sonido de su guitarra primando sobre el resto de los instrumentos, creo que para deleite de todos los presentes el remate fueron un par de versiones cantadas por el mismo "All along the Watchtower" de Dylan que también tocaba su amado Jimi Hendrix así como "Little Wing" de este último.
Un video del concierto subido por uno de los asistentes "
All along the watchtower".
Primer y trallero adelanto del nuevo disco de los canadienses, lo tienen díficil para superar su anterior obra pero de momento los temas que han ido adelantando suenan francamente bien y "Made in the name of rock & roll", "Flying high" o "The promise" hacen albergar esperanzas de que el disco cumpla con las expectativas.
Después de cuatro años hoy llega a su fin Black Sails, ese serie de piratas a la que reconozco me costó cogerle el punto (supongo que esperaba mucha acción al viejo estilo de Errol Flynn y en cambio el Flint de Black Sails es más que un capitán pirata, un puro príncipe de lo maquiavélico). Una vez asumes que la acción va a ser la justa y que vas a vivir más de un "coitus interruptus" en este sentido, lo que prima son los personajes con sus anhelos, sus alianzas que pueden variar de un momento a otro y sus debilidades. Suficiente todo ello para construir una trama sólida en una época fascinante.
En mi opinión cada temporada ha sido mejor que la anterior y esta cuarta y última temporada ha tenido los momentos más brillantes de la serie en muchos sentidos desde la crueldad sádica del gobernador Rogers, a la debilidad manifiesta de John Silver que no es otra que una amistad sincera por Flint, pese a esa voz crítica en forma de Israel Hands el último en llegar pero de un carisma apabullante. Nos queda un último capítulo en la isla del Esqueleto, que se me antoja será grande, con pocas seguridades salvo que pase lo que pase John Silver sobrevivirá, y que tanto Ben Gunn absuelto por Billy Bones como este también sobrevivirán para ser coherentes con "La isla del tesoro". Todo lo demás incógnitas, por mucho que presumamos "varios decesos" los guionistas en ocasiones nos pueden sorprender.
Y visto el final, muchas sorpresas, los guionistas sorprendieron rematando la faena (quizás un tanto tramposo, ese as de la manga de la finca de Savannah). Pero releyendo "La isla del tesoro", tiene al menos parte de coherencia, desde luego no ha sido un final penoso estilo "Dexter" o "Perdidos" y si es cierto que hay algunos cabos sueltos, como es que John Silver no se lleva el tesoro, como es que el futuro Billy Bones consigue el mapa del tesoro de manos de su "enemigo", o como Ben Gunn se tira muchos años sólo en la isla, a todo ello se le podría dar una respuesta más o menos coherente.
